Fango

Veo dentro de mi, buscando lo roto. 

Pretendiendo encontrar la forma de detener los pensamientos que inundan y hacen pesada y fangosa mi cabeza. 


El lodo fetido se pega a todo, lo mancha. 

No permite que la claridad entre y tome el control, solo el quiere emerger  a cada momento. 


Se filtra por los poros de las ideas, el espacio que hay entre cada una de ellas. 

Encuentra la mínima apertura y domina. 

En que momento te di tanto poder? 


Veo el círculo que hay ahí. 


En el fondo me gusta, me siento cómodo mientras el fango abraza mi cuerpo, me hundo. 


Ahí están todas las cosas que me marcaron y de alguna forma he encontrado la manera de perpetuar. 


La frustración se hace presente ante esto. 


No puedo recordar la gran mayoría de mi, recuerdos de cualquier tipo. 

Pero esos, los que se tienen que superar y aprender de ellos, los abrazo fuertemente. 


Están a flor de piel y mi piel es como los tentáculos de una medusa, al más ligero roce y sus aguijones microscópicos reaccionan penetrando violentamente, clavandose en el pensamiento, liberando el mortal veneno. 


Por que me gusta estar ahí? 

No encuentro algo que refuerce esta decisión! 

Y por ilógico que esto sea, ahí estoy! 


Todo me grita a la cara que no es el lugar. 

Voy lastimando desde lo más profundo de mi, hasta llegar a los que están a mi alrededor. 


Me impide disfrutar los días, dejando caer su velo obscuro y lúgubre. 


Mi cuerpo es pesado, tengo que detenerme, abrir mi maleta y dejarlos ir, todos esos sucesos que ya no tienen que estar presentes como tal, si no como aprendizajes. 


Ya no soy el de antes y me aferro a comportarme como el, con el sinsentido que representaba, la intensidad sin una pizca de control y el desborde físico y emocional. 


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