Duna

 Dunas doradas perfilando el horizonte con suaves líneas que delatan tu hermosa figura. 

El calor de tu piel atrapan los sentidos provocando espejismos surrealistas. 

Desembocan en locura, como el río que corre entre tus montañas. 

Beber de esa agua cura las imperfecciones del alma y serena la mente más agitada. 

Limpiando, dejando al descubierto los sentimientos más puros, los que vienen de la parte más profunda de mi ser... 

Sentimientos que florecen y ramifican por todo mi cuerpo físico, atando mente, alma, corazon... 

Todo mi ser completo.

 Convirtiéndolo en algo inexplicable con palabras, intangible con la piel e inmenso como el universo mismo, de proporciones inconmensurables, inamovibles e infinitamente sublimes... 

Entre tus pechos existe un valle lleno de vida, donde nunca hay tristeza ni desdicha, en donde puedo recostarme y encontrar la perfecta armonía, escuchar el canto rítmico del centro de tu ser, cantó mismo que me transporta en un instante a los rincones más hermosos de mi mente, lugares que descubrí en ese valle y su canto. 

Atheris